Impacto psicológico de un tratamiento estético mal aplicado

Medicina Estética

Un tratamiento estético está indicado en aquellas situaciones en que la lesión o deformación genere un deterioro en la calidad de vida del paciente, entendida como salud física y psicológica. Estaría mal indicada cuando lo que pretende es resolver una carencia de personalidad o un cuadro psicopatológico de algún tipo. La situación se empeora cuando los resultados de dicho tratamiento son contrarios a los “ofrecidos” o “prometidos”; porque esto afecta de manera muy negativa la vida del paciente.

La mala praxis

Un error frecuente que cometen las personas al momento de someterse a un procedimiento estético tiene su origen en la inadecuada elección del profesional. Debido a que desconocen a qué especialista acudir para realizase un cambio en su apariencia, lo que es aprovechado por gente inescrupulosa que invade el terreno del médico estético.
Por este motivo muchos pacientes deben enfrentarse no sólo a asimetrías y deformidades, sino infecciones, parálisis, pérdida de sensibilidad y necrosis (muerte del tejido). De ahí la importancia de conocer la formación y el campo de acción de un médico estético, cirujano plástico o cosmetólogo, para que al momento de decidirse por un cambio, los resultados sean los esperados y no se ponga en riesgo ni la salud ni la vida de las personas.

La principal consecuencia psicológica del mal uso de tratamientos estéticos es la frustración, al ver incumplidas sus expectativas, así como su rechazo a la nueva imagen física. El sujeto puede caer en una depresión o, si lo que quería era resolver una obsesión, agudizarse su cuadro previo. Cuando el sujeto rechaza su nueva imagen tras la operación, la literatura ha reflejado casos de psicosis.

Afectación de la estima propia

Cuando un procedimiento estético resulta desfavorble, son muchas las personas que pasan por el quirófano una y otra vez hasta que su aspecto es irreconocible. Incluso llegan a parecer muñecos, extraterrestres o monstruos. Todos ellos suelen tener en común, trastornos de autoestima. El tener factores que predisponen a padecerlos y la gran presión social respecto al físico en cantantes, actores, actrices y modelos, hacen que sean colectivos con una gran prevalencia del trastorno dismórfico corporal.

Recomendaciones

Disponer de datos e información que aseguren que la persona elegida es un profesional capacitado. No tenga miedo de ofender al profesional solicitándole los documentos que acrediten su condición.

Es responsabilidad de quienes brindan un servicio, ofrecer garantías de su legitimidad, y al mismo tiempo es un derecho del público exigir esas acreditaciones, más aún, cuando es su salud la que está en juego. La mayor parte de los médicos estarán complacidos de poder acreditar ser quienes dicen ser.

Fuentes: infocop.es / espectador.com / eldiario.net / masqueayudapsicologica.com

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