El ginecólogo es por esencia el profesional que nos acompaña durante todas las etapas de nuestras vidas. Por lo mismo, es importante olvidar esa vieja costumbre que la visita a este médico sólo queda remitida para aquellas mujeres que tienen una vida sexual activa o que están embarazadas.
Estos profesionales son de los pocos que tienen la valiosa oportunidad de detectar enfermedades que, en apariencia, escapan al área propia de la gineco-obstetricia como por ejemplo, los problemas cardiovasculares, la obesidad y dislipidemia.
Es aconsejable visitar periódicamente al ginecólogo, realizar revisiones anuales para prevenir posibles enfermedades y consultar cualquier duda que pueda surgir con el especialista. El ginecólogo está presente en las diferentes etapas de la vida de la mujer.
Para muchas, la visita al ginecólogo puede resultar incomoda y estresante. La falta de información hace que no aprovechen al máximo la ayuda que la visita al consultorio del ginecólogo les puede brindar.
Toda mujer a partir de la edad reproductiva debe visitar a su ginecólogo por lo menos una vez al año. Este profesional resolverá muchas dudas y brindará información de gran importancia para la vida íntima de la mujer, en especial sobre la prevención de algunas de las enfermedades más graves que afectan a la población femenina como lo son: el cáncer de cervix y el cáncer de mama.
Es muy conveniente que la mujer que mantiene relaciones sexuales acuda periódicamente al ginecólogo: en primer lugar, para prevenir cualquier alteración del sistema genital femenino y, en segundo lugar, para resolver dudas sobre sexualidad y anticoncepción (métodos anticonceptivos). Además, teniendo o no relaciones sexuales, cualquier alteración o irregularidad del ciclo menstrual deberá ser consultado con el ginecólogo.
