Intoxicación alimentaria. Cómo cuidarse

Medicina Estética

Las intoxicaciones en verano son más frecuentes por dos motivos principales, tal y como señala Ángela Rodríguez de Cossio, médico de familia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) e integrante del Grupo de Trabajo de Nutrición de esta sociedad.

“Por un lado, porque las causas naturales lo favorecen, ya que las bacterias, que están presentes en el suelo, el aire o el agua, crecen más rápido en los meses de calor (necesitan temperaturas entre 36 y 37 grados para vivir y reproducirse) y por otro lado, hay una mayor tendencia a comer fuera de casa (barbacoas, picnics, piscina, viajes), donde los controles de seguridad no son los mismos que en una cocina doméstica”, explica Rodríguez de Cossio.

Entre los principales errores que se cometen para que aumente el riesgo de intoxicación, la especialista señala mantener temperaturas inadecuadas de conservación, cocer de manera insuficiente los alimentos, llevar una incorrecta higiene y dejar los productos cocinados a temperatura ambiente varias horas.

La gravedad de una intoxicación y los síntomas que presente una persona dependerán de la cantidad de alimento contaminado ingerida, de la persona y del tipo de organismo que provoque la contaminación.

Los primeros síntomas suelen aparecer  entre 2-6 horas después de la ingesta. Los más habituales son malestar de estómago, diarrea, fiebre, vómitos, calambres abdominales, deshidratación, debilidad generalizada y dolor de cabeza. “Las personas que son más susceptibles de padecer este tipo de dolencias son los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos e individuos con sistema inmunitario debilitado, de modo que hay que tener especial atención con estos colectivos”, añade.
 
Los alimentos que causan más intoxicaciones

Ente los alimentos que causan con más frecuencia una intoxicación alimentaria Rodríguez de Cossio destaca:

Huevos

Este alimento puede contener la bacteria Salmonella, causante de diarrea, vómitos y fiebre. El riesgo de intoxicación es mayor cuando se consume mal cocido, con la yema blanda, o crudo, en el caso de la preparación de mayonesa. “Una buena opción es optar por los huevos pasteurizados, ya que este proceso elimina las posibles bacterias”, recomienda, la portavoz de Semergen.

Mayonesa

Según la especialista, la mayonesa casera es la ideal para evitar intoxicaciones, el problema es que el riesgo de contaminación es grande si hay falta de higiene y manipulación. “Nunca se debe ingerir mayonesas que estén en embalajes o recipientes fuera de la nevera”, indica. “Es preferible tomar mayonesas, servidas en bolsas herméticas individuales desechables”.

Verduras de hojas verdes

Las verduras de hojas verdes que ofrecen en los restaurantes buffet pueden contener bacterias escondidas. La experta señala que en estos casos no es suficiente lavarlas con agua (al contrario que en casa, donde sí se puede higienizar el producto así), es necesario desinfectar para eliminar los microorganismos. “Se deben dejar las verduras en remojo aproximadamente 15 minutos en una solución de agua e hipoclorito de sodio. Para cada litro de agua necesitamos una cuchara de hipoclorito de buena procedencia y sin olor”, añade.

Carnes

Las carnes también pueden contener bacterias como el Clostridium perfringens. Se debe mantener la carne siempre a temperatura inferior a 5 º y, en el momento del consumo, tomarla bien hecha.

Mariscos

El marisco crudo o cocido de forma incorrecta puede contener virus y bacterias dañinas. Para evitar la intoxicación es necesario seguir unas medidas de manipulación e higiene. Así, deberemos fijarnos en que tengan un buen olor y un aspecto brillante (aunque el color de los mejillones no siempre refleja la calidad, sino que indica si estos son hembras o machos). Además, las conchas de las almejas, berberechos, mejillones y ostras deben estar cerradas de forma hermética. Si no están cerradas significa que el animal ya no está vivo. El líquido que en ocasiones se desprende de las conchas tiene que ser claro, abundante y con olor a mar.

Embutidos

Los embutidos deben ser retirados del embalaje original y guardados en recipientes con tapa. “En el momento de servirlos hay que utilizar un tenedor para coger loncha individual, evitando manipular el alimento con las manos”, indica antes de añadir que es mejor consumirlo en dos días después de su apertura. “Si se ve que el embutido tiene cambio de coloración es señal de que las bacterias están ya presentes”, insiste.

Productos enlatados

Los productos enlatados tienen un barniz interno que preserva su contenido; sin embargo, los pequeños golpes pueden romper esta protección. Al abrir una lata, hay que asegurarnos de que no existen burbujas, como si estuviera fermentando. “Si abrimos una lata y no queremos consumir todo su contenido, lo mejor es retirar del embalaje y guardar en otro recipiente con tapa bien cerrada y consumir hasta en tres días”, especifica.

Perrito caliente

Por último la especialista destaca que la salchicha del perrito caliente puede llevar la bacteria Listeria monocytogenes. Para evitar consumir salchichas que no estén refrigeradas, es necesario cocerlas cinco minutos.

Cómo tratarlas

En la mayoría de los casos las intoxicaciones son leves y los síntomas desaparecen en dos o tres días, cuando se eliminan por completo los alimentos contaminados. “Sin embargo, una intoxicación alimentaria se puede agravar provocando incluso la muerte de la persona afectada, si bien estos casos extremos y muy poco frecuentes se producen por intoxicación por Clostridium botulinum causante del botulismo, por ejemplo”, añade Rodríguez de Cossio.

En general los siguientes pasos pueden aliviar los síntomas de intoxicación por alimentos y evitar la deshidratación en adultos:

– Beber abundante líquido como zumos de fruta, bebidas sin cafeína y caldos para reemplazar los líquidos y electrolitos.

– Beber pequeños sorbos de líquidos claros o hielo picado si aún hay problema de vómitos.

– Reintroducir los alimentos gradualmente. Podemos empezar con alimentos blandos y fáciles de digerir, como arroz, tostadas o pan, cereal, carne magra, puré de manzana y plátanos y evitar los alimentos grasos, azucarados, lácteos, cafeína y alcohol hasta la completa recuperación.

– Los bebés y niños presentan inquietudes especiales. Es probable que se deshidraten más rápidamente por la diarrea y los vómitos, por lo que es preciso consultar a su pediatra.

Fuente: cuidateplus.com

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