El ginecólogo(a) es el médico que tiene la posibilidad de realizar mayor prevención, incluso en aquellas enfermedades que escapan al terreno estricto de la ginecología. “Esta consulta es una importante oportunidad para prevenir, detectar enfermedades y, en el caso que éstas ya estén instaladas, lograr tratarlas a tiempo”, sostiene el Dr. Luis Martínez, Presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (SOCHOG).
El ginecólogo (a) es por esencia el profesional que nos acompaña durante todas las etapas de nuestras vidas. Por lo mismo, es importante olvidar esa vieja costumbre que la visita a este médico sólo queda remitida para aquellas mujeres que tienen una vida sexual activa o que están embarazadas.
Asimismo, estos profesionales son unos de los pocos que tienen la valiosa oportunidad de detectar enfermedades que, en apariencia, escapan al área propia de la gineco-obstetricia como por ejemplo, los problemas cardiovasculares, la obesidad y dislipidemia.
Visitas según las etapas de la vida
Adolescentes: La primera visita al ginecólogo (a)
Este acontecimiento debiera ser entre los 11 y 15 años. Edad en que la mujer ha comenzado la pubertad. No se debe obligar a la adolescente a ir, los padres pueden detectar que tiene dudas y necesita respuestas que el ginecólogo (a) puede resolverlas. Idealmente previo a la primera menstruación.
Muchas jovencitas tienen miedo de ir por primera vez al ginecólogo (a). Sin embargo, no hay nada que temer porque esta primera visita se basa principalmente en una consejería respecto de esta nueva etapa. Según diversas encuestas, la fuente principal de información de las adolescentes son su círculo de amistades, con las limitaciones que esto significa.
En relación a los exámenes, el ginecólogo (a) sólo realizará la evaluación correspondiente al motivo de consulta.
Asimismo, es una ocasión valiosa a la hora de detectar oportunamente un ciclo irregular, alteraciones en su maduración ginecológica (como la ausencia de regla) o problemas endocrinos, por lo que necesitan un tratamiento hormonal. Además, esta es una oportunidad excelente para realizar conserjería respecto de la sexualidad y la prevención de enfermedades de transmisión sexual (como por ejemplo, las vacunas contra el virus papiloma humano).
Época reproductiva de la mujer
La adolescencia finaliza a los 20 años y a partir de esa edad la paciente debe acudir anualmente y durante su vida al control ginecológico, principalmente para controlar su planificación familiar (orientándola en cuando al método anticonceptivo a usar) y la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Asimismo, para hacer énfasis en el autocuidado y la promoción de hábitos de vida saludables. Además, a partir de esta época la mujer debe realizarse el PAP.
En el caso de las mujeres que tengan antecedentes de alguno de los cánceres con riesgo hereditario (ejemplo: cáncer de mama, ovario o colon) el ginecólogo (a) debe hacer la consejería para su adecuada prevención. Es así como para cáncer de mama, es recomendable que se realice una mamografía 10 años antes de la edad de aparición de cáncer de algún pariente directo como hermana, mamá, tía o abuela (ejemplo: si a una paciente tiene una tía que le detectaron cáncer de mama a los 45 años, la primera debiera realizarse una mamografía a los 35).
Perimenopausia y Postmenopausia
Según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la expectativa de vida para la mujer es hoy de 83 años. También se calcula que en 20 años más el 25% de las mujeres serán mayores de 45 años y estarán cruzando la etapa del climaterio. Ésta etapa suele acompañarse de una serie de condiciones físicas, siendo la menopausia (fecha de la última regla) el acontecimiento más manifiesto.
“Esta etapa es igual de hermosa que las anteriores, por lo mismo es importante vivirla en plenitud y en ese sentido es importante haber pasado por todos los controles anteriores”, señala el Presidente de SOCHOG.
Durante la Perimenopausia y Postmenopausia se presentan diversos fenómenos fisiológicos que en algunos casos, requieren un tratamiento, entre ellos cabe destacar los bochornos, la inestabilidad emocional, dolores de cabeza, entre otros. Lo importante es detectarlos a tiempo y tratarlos oportuna y adecuadamente
Controles de rigor
Examen Ginecológico
Se recomienda una vez al año. Consiste en la revisión general del médico especialista. Permite detectar posibles tumores tanto en el útero como en los ovarios y alteraciones vaginales.
Citología del cuello uterino (También conocido como papanicolau o pap): Este examen consiste en el análisis de una muestra de células que se desprenden del cuello del útero. Es un examen indoloro para prevenir el cáncer de cuello uterino, porque antes de aparecer, hay lesiones premalignas, es decir alteraciones que si no se tratan, con el curso de los años van a dar como evolución un cáncer.
Mamografía
Se recomienda empezar a realizarla a partir de los 40 años, no habiendo antecedentes familiares o síntomas previos como factores de riesgo. Consiste en una radiografía de las mamas y debe hacerse con una frecuencia a lo menos de una vez, cada dos años.
Control médico regular para prevenir otras enfermedades
Como patologías:
Cardiovasculares (hipertensión),
Alteraciones de los lipidos (colesterol),
Alteraciones de la función de la tiroides,
Obesidad.
Pruebas de laboratorio para detectar infecciones de transmisión sexual:
Hoy, tanto hombres como mujeres, inician su vida sexual precozmente, aumentando así la posibilidad de adquirir infecciones sexuales. Los exámenes más importantes y que no deben faltar:
• VIH
• Hepatitis B
• Clamidia
• Gonorrea
• Sífilis
Fuente: revistabuenasalud.cl
