Drenaje Linfático manual

Medicina Estética

El drenaje linfático manual es una técnica que se realiza con las manos a través de movimientos muy suaves, lentos y repetitivos que favorecen la circulación de la linfa, mejorando así cuadros edematosos, inflamaciones y retenciones de líquidos orgánicos. El sistema linfático colabora estrechamente con el sistema inmunológico, por lo que el drenaje linfático manual mejora de manera general el estado de salud y ejerce un papel muy beneficioso en el sistema nervioso, además de tratar específicamente distintas afecciones. Así el drenaje linfático manual es otra forma de reforzar el sistema inmunológico.

¿Cómo nació el Drenaje Linfático Manual?

La técnica del drenaje linfático manual nació hace algo más de cien años gracias al matrimonio danés Estrid Vodder (naturópata) y Emil Vodder (fisioterapeuta) que, durante años, comprobaron cómo sus pacientes mejoraban su estado de salud haciendo algo que hasta entonces nadie se había atrevido a hacer, manipular los ganglios linfáticos.

Cuando trabajaban en un balneario de la costa mediterránea francesa, esta pareja observó que pacientes afectados de distintas enfermedades presentaban inflamaciones en los ganglios linfáticos del cuello. Se dieron cuenta entonces de que, realizando cuidadosas manipulaciones en los ganglios linfáticos, estos reducían su tamaño y los pacientes mejoraban el estado de salud. Esta pareja resultó ser muy atrevida, pues en aquel momento se pensaba que la manipulación de los ganglios inflamados era perjudicial y, aunque efectivamente lo es en las inflamaciones agudas, resulta altamente beneficioso en afecciones crónicas.

Los Vodder comenzaron a difundir su técnica y conocimientos en prestigiosos congresos de medicina, de manera que con el paso de los años fueron adquiriendo gran fama entre la comunidad médica. En 1940 fundaron la primera escuela y clínica en Copenhague.

¿Qué es la linfa y cómo funciona el sistema linfático?

Porque nuestro organismo es extraordinario: el sistema linfático es un sistema de conductos que discurre de manera paralela al sistema circulatorio, sólo que en lugar de transportar sangre, transporta linfa, un líquido blanquecino capaz de movilizar moléculas muy grandes, como las proteínas.

En nuestro cuerpo existe una movilización de líquidos cuyo equilibrio es sumamente importante para la correcta nutrición de las células. Cuando comemos, los nutrientes tienen que desplazarse por el organismo hasta llegar a las células. Para que la célula pueda “comer”, estos nutrientes se mueven dentro del líquido intercelular (o intersticial), que es el espacio donde se produce el intercambio de sustancias, es decir, lo que entra en la célula y lo que la célula expulsa.

El papel de la linfa es transportar el líquido sobrante, que contiene sustancias de deshecho, hasta el sistema circulatorio, hasta la sangre, para que el organismo pueda desprenderse de esos deshechos. Los edemas o retenciones se producen cuando el sistema linfático no es capaz de depurar esas zonas, es decir, cuando los líquidos y sustancias se estancan.

Sistema linfático y sistema inmunológico

El hecho de que el sistema linfático y el inmunológico estén tan estrechamente relacionados se debe a la existencia de los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos son una especie de estaciones de depuración que aparecen a lo largo de todo el recorrido del sistema linfático y su misión es depurar los agentes patógenos, combatirlos y neutralizar los daños.

Cuando el sistema linfático está congestionado, los ganglios linfáticos no pueden realizar su labor correctamente y el hecho de que los ganglios se presenten inflamados es una señal de que algo anormal sucede en nuestro interior.

El drenaje linfático manual es una técnica que se realiza con las manos a través de movimientos muy suaves, lentos y repetitivos que favorecen la circulación de la linfa, mejorando así cuadros edematosos, inflamaciones y retenciones de líquidos orgánicos.

El sistema linfático colabora estrechamente con el sistema inmunológico, por lo que el drenaje linfático manual mejora de manera general el estado de salud y ejerce un papel muy beneficioso en el sistema nervioso, además de tratar específicamente distintas afecciones. Así el drenaje linfático manual es otra forma de reforzar el sistema inmunológico.

Qué hace el drenaje linfático manual

El drenaje linfático manual es una terapia que consiste en realizar sobre la piel un masaje de movimientos lentos, rítmicos, armónicos y muy suaves que, cuando se realizan en la dirección correcta, siguiendo la corriente de los conductos linfáticos, estimula el drenaje de estos conductos linfáticos, limpiando las zonas congestionadas. Según los Vodder, esta técnica requiere cierta dosis de intuición y mucha precisión, ya que la presión es un factor determinante y cada caso, así como cada paciente, requiere cuidados y manipulaciones específicas.

Drenaje Linfático en la Medicina Estética

Estas son algunas de las aplicaciones de este tratamiento para la estética: Edemas (embarazo, faciales, linfoestáticos, del sistema nervioso, postoperatorios), Varices, Fibromialgia ,Acné, Celulitis, Piernas cansadas o hinchadas, Migrañas, dolor de cabeza, vértigo, Artrosis, artritis, Hematomas, Hipertensión, Edema premenstrual, Hipotiroidismo, Edema por problemas renales.

Beneficios

– Regula el equilibrio hídrico del organismo.
– Mejora el funcionamiento del sistema linfático.
– Mejora la circulación de retorno.
– Depura el organismo.
– Tiene un efecto muy sedante en el sistema nervioso.
– Baja la presión sanguínea.
– Estimula la función renal.
– Estimula el sistema inmunológico.

Contraindicaciones

Aunque el drenaje linfático manual es una técnica muy suave que beneficia el estado de salud en general, está contraindicada en los siguientes casos: Infecciones agudas, Inflamaciones agudas, Edemas por insuficiencia cardíaca, Flebitis o tromboflebitis, Hipertiroidismo, Cáncer en curso, Asma, Hipotensión

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