Enfermedades crónicas no transmisibles

Medicina Estética

Las enfermedades crónicas no transmisibles (EC) representan la principal causa de mortalidad en todo el mundo. De acuerdo a estimaciones para 2005, aproximadamente un 60% de las muertes mundiales es atribuible a EC, 80% de las cuales suceden en países de ingresos bajos y medios. Las EC también son importantes en términos de carga de
enfermedad. Alrededor de un 49% de la carga mundial de enfermedades y un 46% de la carga en países de ingresos bajos y medios es atribuible a EC.

Las principales EC en términos de su contribución a la mortalidad y morbilidad mundiales son las enfermedades cardiovasculares y diabetes (32%), varios tipos de cáncer (13%) y enfermedades respiratorias crónicas (7%).

Las tasas de mortalidad de EC varían entre las distintas regiones del mundo según el grado de profundización del proceso de transición epidemiológica, caracterizado por una caída en la mortalidad acompañada por un cambio en la importancia relativa de sus causas desde enfermedades transmisibles a no transmisibles (Omran, 1971). Así, en los países de ingresos bajos y medios las muertes como consecuencia de EC representan un 54% contra un 87% en los países de ingresos altos (Lopez et al., 2006). Los primeros se encuentran en plena transición epidemiológica, experimentando una caída de la incidencia de enfermedades transmisibles, envejecimiento poblacional y sufriendo el impacto negativo de cambios de comportamiento hacia estilos de vida típicamente urbano-industriales (consumo de tabaco, alcohol, dieta y actividad física inadecuadas). Todos estos cambios se conjugan para aumentar el peso relativo que las EC tienen para explicar la carga total de morbilidad y mortalidad.

Estimaciones encuentran que en los países de ingresos bajos y medios tanto la proporción de muertes como de carga de enfermedad atribuible a EC aumentarían alrededor
de 10 puntos porcentuales entre 2005 y 2030 (Abegunde et al., 2007). Además de su peso en términos de mortalidad y morbilidad, la fuerte prevalencia y larga duración de las EC implican importantes consecuencias económicas. Los costos involucran múltiples dimensiones: gastos privados y públicos, tanto directos como indirectos, con la consecuente caída en el consumo y el ahorro, restricciones en la oferta laboral, caída de la productividad y limitaciones o interrupciones en el proceso de acumulación de capital humano.

La mayor parte de las EC, como enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes y algunos tipos de cáncer, pueden atribuirse a la presencia de un número reducido de factores de riesgo (FR), algunos de los cuales son evitables. Entre los 6 FR evitables más vinculados a las EC figuran el consumo de tabaco, el consumo excesivo de alcohol, una dieta inadecuada, insuficiente actividad física, altos niveles de presión arterial, colesterol y glucosa, sobrepeso y obesidad. Según estimaciones de Ezzati, Vander Hoorn et al. (2006), un 45% de la mortalidad mundial total es atribuible al efecto conjunto de FR evitables (41% para América Latina y el Caribe).

Cifras como éstas justifican, en principio, las políticas de promoción dirigidas a reducir la incidencia de los FR evitables (campañas de lucha contra el tabaco y el alcoholismo, impuestos a los cigarrillos, regulaciones, campañas de educación que buscan fomentar la buena alimentación y la actividad física).

A diferencia de la promoción o prevención primordial, que son intervenciones a nivel población, las estrategias de prevención primaria y secundaria son intervenciones focalizadas.

En el primer caso, la población objetivo son los individuos que ya han desarrollado FR y buscan mediante la intervención evitar o posponer la aparición de la enfermedad. La prevención secundaria está dirigida a los individuos que ya han contraído la enfermedad y buscan minimizar sus secuelas o evitar la repetición de eventos. En el caso de las EC, la duración de los tratamientos de prevención es potencialmente muy larga, con la consecuente carga económica para el individuo, su núcleo familiar y la comunidad toda, resultando clave la identificación e implementación de las estrategias más costo-efectivas.

Las enfermedades crónicas se caracterizan por su larga duración, su progresividad e incurabilidad, pudiendo requerir tratamiento y control por un número extenso e indeterminado de años. Dentro de las enfermedades crónicas no trasmisibles, se incluyen las enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, varios tipos de cáncer y diabetes.

Alrededor del 60% de las muertes mundiales son atribuibles a EC, pero esta cifra varía considerablemente con el grado de desarrollo de las regiones, siendo mayor en los países más desarrollados por haber ya transitado fases más avanzadas de la transición epidemiológica. Mientras en los países de ingresos medios y bajos alrededor de la mitad de las muertes y carga de enfermedad son atribuibles a EC, la cifra en los países de ingresos altos prácticamente asciende al 90%. Las enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, cáncer y diabetes explican 1 de cada 3 muertes en el mundo.

La relevancia de las EC no sólo se justifica con su actual contribución a la mortalidad y morbilidad globales, sino también porque se espera que esa contribución crezca marcadamente en el tiempo como consecuencia del envejecimiento de la población, la caída de la incidencia de enfermedades transmisibles y condiciones perinatales y nutricionales, y la influencia negativa de cambios de comportamiento hacia estilos de vida típicamente urbanoindustriales (consumo de tabaco, alcohol, dieta inadecuada y actividad física insuficiente).

Por ejemplo, para países de ingresos bajos y medios Abegunde et al. (2007) estiman un aumento de alrededor de 10 puntos porcentuales entre 2005 y 2030 tanto en la proporción de 9 muertes como de carga de enfermedad atribuible a EC (7 y 6 puntos porcentuales respectivamente si sólo se consideran las enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes y cáncer).

En lo que sigue de esta sección se definen los cuatro grupos de EC que se estudian en este trabajo y se presentan algunas estadísticas que dan cuenta de la prevalencia, mortalidad y carga atribuible a estas enfermedades a nivel mundial, regional y nacional. También se identifican los principales FR asociados a las mismas y se reportan algunas cifras para cuantificar su impacto sobre las EC.

Enfermedades cardiovasculares (ECV)

Las ECV se refieren a todo tipo de trastornos relacionados con el corazón o los vasos sanguíneos. Entre las enfermedades incluidas dentro de este grupo figuran: infarto agudo de miocardio (IAM), angina inestable (AI), accidente cerebrovascular (ACV), aneurisma, ateroesclerosis, enfermedades cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad de la arteria coronaria y enfermedad vascular periférica.

Las ECV son la principal causa de muerte a nivel mundial. La cardiopatía isquémica (que incluye IAM y AI) y los ACV ocupaban el primer y segundo puesto en el ranking de las principales causas de muerte a nivel mundial en 1990, posición que se estima seguirán manteniendo en 2020.

Estimaciones de la OMS para 2005 indican que el 30% de las muertes en todo el mundo se deben a ECV, 80% de las cuales suceden en países de ingresos bajos y medios. Cifras para América Latina indican que el 26% de las muertes tiene origen en ECV, y se espera que estas enfermedades sigan siendo la principal causa de mortalidad en la región en el futuro próximo. Datos oficiales señalan que en Argentina alrededor de un 30% de las muertes en 2005 se debió a ECV. Casi un 15% del total de defunciones de debió a IAM, AI y ACV en personas de más de 35 años de edad. Los principales FR asociados a ECV son hipertensión arterial, altos niveles de colesterol, sobrepeso y obesidad, baja ingesta de frutas y verduras, inactividad física y consumo de tabaco. Conjuntamente, estos factores de riesgo explican alrededor de un 80% de las muertes y carga de cardiopatía isquémica a nivel mundial, y un 60 de las muertes por ACV. Cifras similares son estimadas para países de ingresos bajos y medios. Según la OMS, la hipertensión, la ipercolesterolemia, el consumo de tabaco o su combinación, explican un 75% de los casos de ECV en América Latina.

Diabetes

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que aparece cuando hay insuficiente producción de insulina, cuando el organismo es incapaz de utilizar en forma eficaz la insulina producida, o ambas, y se manifiesta en hiperglucemia e intolerancia a la glucosa. Se designa como diabetes tipo 1 a la caracterizada por insuficiente producción de insulina. La aparición de este tipo de diabetes es más común en niños y adultos jóvenes, pero las razones de su aparición no se conocen completamente. La diabetes tipo 2 se caracteriza por resistencia a la insulina e insuficiencia de insulina. Este tipo de diabetes suele aparecer a edades adultas, y por lo general se asocia a ciertos FR evitables como el sobrepeso y obesidad, sedentarismo y dieta inadecuada. De acuerdo con estimaciones de la OMS, entre el 85% y el 95% de los casos de diabetes en países de altos ingresos corresponden al tipo 2. El porcentaje en países de ingresos medios y bajos podría ser aún mayor.

Se estima que la actual prevalencia mundial de diabetes (tipo 1 más tipo 2) en la población de 20 a 79 años es del orden del 6.6%, y que un 70% de los diabéticos pertenecen a países de ingresos bajos y medios. Se estima para 2030 que la prevalencia global de diabetes ascendería a un 7.8%, con los mayores aumentos produciéndose en países en desarrollo.

Según la OMS, cerca del 80% de las muertes por diabetes se registran en países de ingresos bajos y medios. En esos países, alrededor de la mitad de las muertes por diabetes corresponden a personas de menos de 70 años y un 55% a mujeres. En particular, la prevalencia de diabetes en la población adulta de América Latina y el Caribe se estima en 6.3% y su contribución a la mortalidad total de la región sería de alrededor de 9.5% para el grupo etario de 20 a 79 años.

Enfermedades respiratorias crónicas (ERC)

Las ERC afectan las vías respiratorias y otras estructuras del pulmón. Las dos formas más comunes de ERC son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma. A diferencia del asma, y como se verá a continuación, la EPOC presenta altas tasas de letalidad y una muy fuerte asociación con FR evitables. Otras ERC son las alergias respiratorias, las enfermedades pulmonares de origen laboral y la hipertensión pulmonar.

EPOC es un concepto general que engloba distintos trastornos pulmonares crónicos que limitan el flujo de aire en los pulmones por la obstrucción irreversible de sus vías aéreas principales. Dentro de las EPOC se incluyen fundamentalmente dos enfermedades: enfisema pulmonar y bronquitis crónica. Según estimaciones de la OMS, unos 210 millones de personas sufren una EPOC y 3 millones murieron en 2005 por esa causa, lo que representa el 5% del total de fallecimientos a nivel mundial. La mayor parte de las estadísticas disponibles sobre EPOC corresponden a países de altos ingresos, aunque tampoco en estos casos abundan debido a las dificultades y costos asociados a la recopilación de datos de esta naturaleza.

Pese a las limitaciones informativas, se estima que el 90% de las muertes por EPOC corresponden a países de ingresos bajos y medios, donde la contribución de las ERC a la mortalidad regional se estima en un 8% y en un 4% su contribución a la carga total de enfermedades en 2005. Sobre la prevalencia de EPOC en América Latina y el Caribe, los datos del estudio PLATINO arrojan un 14.3%, 18.9% en hombres y 11.3% en mujeres. Los FR evitables más asociados a las EPOC son el tabaquismo, la contaminación del aire en locales cerrados (como consecuencia del combustible de biomasa que se utiliza para cocinar y calefaccionar las viviendas), la contaminación del aire exterior, y los polvos y productos químicos en el ambiente laboral. El principal FR en países de ingresos altos es el humo de tabaco (un 73% de la carga de EPOC en estos países puede atribuirse a este FR evitable), mientras que en los países de ingresos bajos y medios tanto el tabaco como la contaminación del aire interior son las principales causas de EPOC (a los que se les puede atribuir un 40% y 35%, respectivamente, de la carga de esta enfermedad).

En el pasado los casos de EPOC en países de ingresos medios y altos eran más comunes entre los hombres, pero en la actualidad están distribuidos de forma prácticamente igualitaria entre géneros debido a los crecientes niveles de tabaquismo que se registran entre las mujeres. La creciente prevalencia de estos factores ha llevado a un aumento sostenido en los casos de EPOC que se prevé se mantendrá durante las próximas décadas. Mientras en 2002 las EPOC constituían la quinta causa de muerte a nivel mundial, estimaciones de la OMS indican que para 2030 ocupará el tercer puesto en ese ranking.

Cáncer

Como cáncer se designa a un amplio conjunto de enfermedades caracterizadas por la proliferación de células anormales y su diseminación a distintas zonas y órganos del cuerpo (metástasis). Otras denominaciones usadas son neoplasias o tumores malignos. Según la OMS, aproximadamente el 13% de las muertes a nivel mundial fueron consecuencia del cáncer en 2004.

Hay muchos tipos de cáncer y todos los órganos pueden ser atacados. De acuerdo a su contribución a la mortalidad general anual los principales tipos de cáncer (en orden decreciente) son: pulmón, estómago, colorrectal, hígado y mama. La incidencia y mortalidad de cada tipo de cáncer varía por género. Entre los hombres, la mortalidad por cáncer se debe fundamentalmente a cáncer de pulmón, de estómago, de hígado, colorrectal, de esófago y de próstata. Entre las mujeres, el cáncer de mama, pulmón, estómago, colorrectal y cervicouterino son los de mayor mortalidad.

La incidencia del cáncer también varía entre grupos etarios, aumentando marcadamente con la edad. Además de las características demográficas de la población, variables
socioeconómicas explican la mortalidad por cáncer: un 70% de las muertes por cáncer corresponden a países de ingresos bajos y medios. Del total de muertes en estos países se estima que un 12% se debió a distintos tipos de cáncer en 2005. Entre los FR de cáncer susceptibles de modificarse figuran el consumo de tabaco, sobrepeso, obesidad, mala alimentación, inactividad física, abuso de alcohol y el virus del papiloma humano (VPH) trasmitido sexualmente. También la contaminación del aire interior y exterior. La relevancia de los distintos FR varía según el tipo de cáncer y grado de desarrollo de los países.

Para los países de ingresos bajos y medios, entre los FR más comunes de cáncer figuran el consumo de tabaco, la mala alimentación (particularmente bajo consumo de frutas y verduras), y las infecciones crónicas de hepatitis B, virus de la hepatitis C y VPH. El cáncer cervicouterino causado por infección del VPH es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres de países de bajos ingresos.

En los países de ingresos altos los FR asociados más fuertemente con el cáncer son el consumo de tabaco, el excesivo consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad. Los cáncer más prevenibles son el de pulmón (controlando el FR tabaco) y el cervicouterino (causado por infección de VPH). Por su parte, los tipos de cáncer potencialmente curables si se logra una detección precoz y se realiza el correspondiente tratamiento (incluida cirugía) son el cervicouterino, mama y colorrectal.

Fuente: publications.iadb.org

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