La limpieza facial en cabina

Medicina Estética

Los cuidados diarios son muy importantes para que nuestra piel (tanto la del rostro como la del cuerpo) esté acorde con nuestra edad. Pero muchas veces esos cuidados se quedan escasos o se necesita un cambio de producto; la piel se acostumbra; se satura y da la sensación de que no hay resultados como se esperan.

La importancia de la limpieza facial en cabina

La piel del rostro está expuesta diariamente a contaminación, calefacciones, aire acondicionado, humos, maquillaje, protectores solares, afeitado entre otros tantos factores.

También la propia piel genera suciedad; la mala alimentación; medicación; beber poca agua; no tener un sueño reparador, o fumar… nada de esto ayuda.

La importancia de limpiar la piel por la mañana y por la noche es fundamental para evitar que se sature pero, esto a veces no es suficiente y hay que optar por un tratamiento profesional para restablecerla y limpiarla de impurezas profundas que muchas veces no la dejan respirar.

Los cambios de estación son ideales para hacer limpiezas faciales, ya que el clima cambia, la alimentación, los productos.

Las limpiezas en cabina que suelen ser más especificas para preparar la piel para los cambios de estación y que los cosméticos que se usen en casa funcionen correctamente. La limpieza tiene que ser la adecuada al tipo de piel y los niveles de hidratación; un buen diagnostico de la piel nos ayuda a tener mejor y más rápido resultados positivos.

En las limpiezas conseguimos que la piel se regenere, se oxigene, se hidrate, se ilumine y se relaje de las tensiones de gesticular diario. Limpieza completa es lo más adecuado no quedarse a medias no significa el éxito del tratamiento y con el paso de los días la piel vuelve a estar saturada.

Se recomienda una limpieza completa; el exfoliante tiene que ser siempre el adecuado al tipo de piel. Luego sigue la aplicación de producto para abrir el poro y depurarlo,se prosigue con la crioterapia que ayudará descongestionar y cerrar el poro ya depurado, el masaje o drenaje se adapta a las necesidades del estado de la piel en esos momentos, para calmar, depurar y reafirmar. La aplicación de una mascarilla nos ayuda a restaurar el confort de la piel y el resultado final siempre es oxigenación, hidratación, confort y el poro limpio. La piel esta preparada para afrontar una nueva estación.

Fuente: lolisfrancos.es

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