Modificaciones de estilo de vida para prevenir el cáncer de mama

Modificaciones de estilo de vida para prevenir el cáncer de mama

Actualidad Médica

No existe una manera infalible de prevenir el cáncer de seno. Sin embargo, hay medidas que puede tomar para tratar de reducir su riesgo. Muchos factores de riesgo están fuera de su control, como el ser mujer y el envejecimiento. Sin embargo, otros factores de riesgo se pueden cambiar y podrían reducir su riesgo.

Llegar a un peso saludable y mantenerlo: tanto un peso corporal aumentado como subir de peso en la edad adulta están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de seno después de la menopausia. La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda mantener un peso saludable durante el transcurso de la vida y evitar el aumento de peso excesivo al balancear el consumo de alimentos con la actividad física.

Mantenerse físicamente activo: muchos estudios han revelado que la actividad física de moderada a vigorosa está relacionada con un riesgo menor de padecer cáncer de seno. Por lo tanto, es importante ejercitarse habitualmente mediante actividad física. La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que los adultos dediquen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa por semana (o una combinación de ambas), preferiblemente repartidos durante la semana.

Las actividades de intensidad moderada son aquellas que le hacen respirar tan fuerte como lo haría en una caminata enérgica. Estas actividades provocan un leve incremento en su frecuencia cardíaca y respiración. Deberá poder hablar, mas no necesariamente podría cantar al estar haciendo este tipo de actividades.

Las actividades de intensidad vigorosa son de una intensidad mayor. Estas actividades provocan frecuencia cardíaca elevada, sudoración y frecuencia respiratoria rápida. Las actividades que fomentan la fuerza y flexibilidad, como el levantamiento de pesas, los ejercicios de estiramiento o la práctica de yoga, también son beneficiosas.

Limite o evite el alcohol: el consumo de bebidas con alcohol también aumenta el riesgo de padecer cáncer de seno. Incluso el consumo a niveles bajos se ha relacionado con un aumento en el riesgo. La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que las mujeres que consumen alcohol no beban más de un trago por día. Una bebida (o trago) es 355 ml (12 oz) de cerveza, 150 ml (5 oz) de vino, o 50 ml (1.5 oz) de licores destilados (bebidas “fuertes”) con una graduación de 80.

¿Existe un vínculo entre dieta/vitaminas y el riesgo de cáncer de seno? La posible relación entre la dieta y el riesgo de cáncer de seno no está clara, pero esta es un área de investigación activa. Una dieta que sea rica en verduras, frutas, aves, pescado y productos lácteos que sean bajos en grasa se ha relacionado con una reducción del riesgo para el cáncer de seno en algunos estudios. Pero aún no hay certeza sobre cuáles verduras, frutas u otros alimentos en particular pueden reducir este riesgo. Además, la mayoría de los estudios no ha encontrado que la disminución en el consumo de grasa imponga un efecto considerable en el riesgo de padecer cáncer de seno.

Pero esto no quiere decir que no sea beneficioso adoptar una dieta saludable. Una alimentación baja en grasa, con poca carne roja y procesada, y alta en frutas y verduras puede claramente proporcionar otros beneficios a la salud, incluyendo la reducción del riesgo de otros tipos de cáncer. Hasta el momento, ningún estudio ha demostrado que consumir vitaminas u otros suplementos reduzca el riesgo de cáncer de seno (o cualquier otro cáncer).

Para más información sobre los vínculos entre el peso corporal, la actividad física, la dieta y el cáncer de seno (así como otros tipos de cáncer), consulte Guías de la Sociedad Americana Contra El Cáncer sobre nutrición y actividad física para la prevención del cáncer.

Otros factores que podrían reducir el riesgo: las mujeres que optan por amamantar a sus bebés al menos varios meses también pueden obtener un beneficio adicional al reducir el riesgo de cáncer de seno. El uso de terapia hormonal después de la menopausia puede aumentar su riesgo de tener cáncer de seno. Para evitar esto, hable con el médico acerca de las opciones no hormonales para tratar los síntomas de la menopausia.

Fuente: cancer.org

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