Dra. Sasha Castillo Chanis
Médico General
Magister en Medicina Estética
Esta es una técnica de bioestimulación ambulatoria de la medicina regenerativa de naturaleza autóloga donde se utiliza el propio plasma del paciente, logrando un producto concentrado de plaquetas que contiene enormes reservas de proteínas y sustancias bioactivas como los factores de crecimiento (FC).
Los factores de crecimiento (FC) son polipéptidos, contenidos en diferentes tipos celulares y en la matriz extracelular, son biológicamente activos, pertenecen al grupo de las citocinas, que con la edad disminuyen su producción.
Los factores de crecimiento actúan como mediadores biológicos naturales o señalizadores para reiniciar una regeneración celular al estimular el rejuvenecimiento y la reparación de los tejidos, logrando mejorar la textura y la tonalidad cutánea, suavizar las rítides superficiales, ayudar a reducir y cerrar poros abiertos, atenuar las melanodermias, revitalizar el proceso de metabolismo cutáneo que va deteriorándose con el paso del tiempo, estimular las funciones anabólicas de los fibroblastos que inducen la renovación de la dermis, mejorar la firmeza y vitalidad de la piel. La supuesta eficacia del PRP en las distintas patologías usadas no ha sido contrastada mediante ensayos clínicos de calidad.
Para usar esta técnica se requiere obtener una pequeña cantidad de sangre venosa total del propio paciente, que se recoge en tubos con su interior estéril, la cual será procesada para lograr la selección diferencial de sus componentes, se verá claramente la separación entre las plaquetas (un líquido amarillo) y el resto de la sangre (color rojo a vino tinto); los glóbulos rojos se concentran en el fondo del tubo, los leucocitos en la zona intermedia y las plaquetas, por encima, en abundante plasma; con esta desplasmatización se obtiene el superconcentrado de plaquetas. El plasma se separa en diferentes fracciones plasmáticas, una muy rica en Plaquetas, otra menos rica y otra pobre en Plaquetas.
La fracción concentrada rica en plaquetas (600.000 a 1.500.000 x mm³) es la que se inyecta intradérmicamente previa activación, que produce la ruptura de las plaquetas y la liberación de los factores de crecimiento. Se calcula que cada inyección de plasma de 2 ó 3 ml contiene 3.31 millones de plaquetas que contienen a su vez una gran cantidad de factores de crecimiento. No hay una relación directa entre el número de plaquetas del concentrado plaquetario obtenido y la concentración final de factores de crecimiento. Se recomienda guardar un ayuno 4 horas antes de la extracción para evitar la posibilidad de sueros lipémicos.
Los efectos no son inmediatos. Comienzan a aparecer a los 10 días y se vuelven más evidentes entre 30 y 60 días desde su aplicación.
La naturaleza autóloga del PRP parece ser el argumento principal por el cual la tolerancia a la infiltración es excelente, produciéndose en contadas ocasiones una leve reacción inflamatoria local. No causa cualquiera de los posibles efectos secundarios con otras substancias de relleno (granuloma, eritema persistente).
Solo los médicos entrenados en este procedimiento están autorizados para realizar la aplicación de PRP. De tal manera que sí existen posibles peligros cuando el tratamiento es colocado por una persona que no es profesional de la medicina. La experiencia clínica en campos diferentes de la medicina con PRP ha sido evidenciada en lesiones óseas, musculares y tendinosas, quemaduras, úlceras, injertos cutáneos, y otros.
El PRP es contraindicado en los pacientes con condiciones precancerosas, antecedentes o diagnóstico de cáncer o enfermedad de naturaleza autoinmune (artritis reumatoídea, Síndrome de Sjögren, esclerodermia, lupus), embarazo o lactancia, pacientes que estén prescritos con anticoagulantes y antiagregantes plaquetarios, AINES, corticoides, antitumorales o fármacos inmunosupresores, quimioterapia, enfermedad metabólica grave, trastornos sistémicos, función plaquetaria anormal, o se presente enfermedad infecciosa activa en el momento de la aplicación.
El PRP sirve para hidratar. En el mercado se encuentran el Plasma Rico en Plaquetas de Segunda Generación, también conocido como PRP Photo Activated Therapy; el Plasma Rico en Plaquetas de Tercera Generación, también conocido como PRP Ozonizado; y el Plasma Rico en Plaquetas de Cuarta Generación, también conocido como plasma gel.
