Esta es una excelente noticia en el campo de la salud, ya que revoluciona la manera de combatir uno de los enemigos más pertinaces de las uñas. Ha sido aprobado por la FDA el uso del Láser para el tratamiento de la onicomicosis.

Las onicomicosis son infecciones fúngicas de la uña causadas por dermatofitos, levaduras o mohos y se consideran las onicopatías más frecuentes. Los agentes más comúnmente aislados entre los dermatofitos son T. rubrum (85%), T. mentagrophytes (10%) y en casos excepcionales T. tonsuransM. gypseum y M. canis.

 Los hongos son sensibles a temperaturas superiores a 55 oC, de modo que la absorción de la energía láser conduce al calentamiento sostenido del micelio y resulta en un efecto fungicida.

El calentamiento del tejido a temperaturas superiores a 40 oC ocasiona dolor y necrosis, por lo que el formato de energía debe ser pulsado para que se disipe el calor o bien, habrá de utilizarse un nivel de energía moderado para no dañar los tejidos. Se ha sugerido que el efecto también tiene relación con el pigmento del hongo más que con el calor, y apunta a que melanina  y xantomegnina  pudieran ser los cromóforos causantes del efecto de termólisis. Sin embargo, aún se desconoce el mecanismo preciso.

Estos láseres transmiten una energía lumínica a través de la uña que erradica el hongo y permite el crecimiento normal de la misma.

Tratamiento:

Durante el tratamiento el haz láser produce un calentamiento lento y paulatino del lecho ungueal, esto produce la destrucción del hongo sin dañar la matriz de la uña ni la piel.

Después de la primera sesión el paciente puede sentir alivio del dolor y mejoría del aspecto clínico de la uña. Debido a que la uña crece lentamente, no habrá mejora instantánea sino gradual.

  • Seguro y efectivo.
  • Rápido y sencillo.
  • Sin anestesia local. El paciente continúa inmediatamente con todo tipo de actividad, inclusive deportiva.
  • Se puede utilizar calzado y pulir las uñas inmediatamente después del tratamiento.