Para cuidar la piel, mejorar el ánimo, fortalecer las uñas, el cabello, las defensas… Las vitaminas se han puesto de moda por su gran efectividad. Por lo tanto, cabe imaginar que también existan vitaminas específicas para rejuvenecer el rostro.
La mesoterapia facial las emplea a modo de pequeñas infiltraciones intradérmicas para lograr así la reactivación celular, aportando más luz, brillo y, en consecuencia, mejorar la calidad de la piel.
Se trata de una técnica de rejuvenecimiento, tonificación y revitalización de la piel, que también se aplica en cuello, escote y manos.
La mesoterapia facial, al igual que la corporal, se realiza mediante la aplicación directa de vitaminas, ácido hialurónico y minerales en forma de microinyecciones, las cuales contribuyen a la estimulación de diferentes metabolismos biológicos de la piel, así como a la reestructuración cutánea y a la reparación de las pieles deterioradas.
Con la aplicación de este tratamiento en la dermis profunda se consigue un efecto que ninguna crema puede conseguir, por muy cara que sea.
A través de pequeñas infiltraciones transcutáneas de sustancias antienvejecimiento y antiflaccidez con agujas muy finas, se asegura la mejor penetración y mayor absorción de los tratamientos. Así, la mesoterapia facial contribuye a estimular la actividad de los fibroblastos y, con esto, mejorar la regeneración y la hidratación cutánea.
Se contrarresta la flacidez de cara, cuello, escote y/o manos y aporta una luminosidad extra a la piel. Otra de sus principales ventajas es la de aportar volumen a los tejidos y restaurar el contorno facial.
El tratamiento está compuesto de vitaminas, aminoácidos, minerales y otras sustancias, que actúan regulando el crecimiento celular, frenando la oxidación y el envejecimiento, estimulando la síntesis del colágeno, la elastina y otros procesos vitales para el equilibrio de la piel y el metabolismo celular. En resumen, con esta técnica se logra rejuvenecer la piel aportando por vía intradérmica todo lo que ésta pierde con el tiempo.
Con la mesoterapia facial se consigue que la piel tenga una hidratación inmediata, estiramiento y luminosidad notables. Así, está indicada para chicas jóvenes que quieran lucir radiantes en una época especial o prevenir la aparición de arrugas o flacidez, pero también para mujeres maduras, ya que ayuda a combatir las pieles envejecidas, desnutridas, e incluso grasas y con poros dilatados, mejorando la hidratación, la regeneración, reafirmación y relleno de la piel.
Lo novedoso es que en nuestra clínica, al utilizar ácido hialurónico de densidad elevada (el que se usa comúnmente para los rellenos), aumenta notablemente la capacidad de hidratación de la piel y su efecto tensor.
El envejecimiento natural, el sol, el tabaco y los radicales libres reducen la concentración de esta sustancia que nuestro organismo produce de forma natural, debilitando su estructura y el perfil de la misma.
Desde la primera sesión, los resultados de este tratamiento se hacen visibles. En personas de menos de 35 años, incluso puede ser suficiente una sola aplicación, ya que es posible combinar distintos elementos a la vez, como por ejemplo las vitaminas con algún otro tratamiento como peelings, aplicación de toxina, utilización de láser y otros. Sus efectos se observan en menos de 48 horas, por lo que es una técnica muy recomendada y utilizada cuando se acerca algún evento especial, como fiestas, bodas o eventos. Por lo tanto, es aconsejable realizarlo una semana antes, para que tenga tiempo para actuar por completo.
También es perfecto “para mujeres exigentes con su aspecto, que trabajan de cara al público o para profesionales que viven de su imagen, como presentadoras, modelos o actrices”.
Los resultados son intensos, pero de duración limitada; es decir, para mantenerlo hay que realizarlo al menos cada mes. Lo más recomendable en general es realizarse tres sesiones separadas durante 15 días para que los resultados sean más duraderos. Y es que, la duración del efecto mejora con los hábitos saludables del paciente.
El consumo de tabaco, por ejemplo, contribuye a una mayor y más rápida pérdida de producto.