La Medicina Estética como Medicina Regenerativa

La Medicina Estética como Medicina Regenerativa

Medicina Estética

La medicina estética es un compendio de técnicas en busca de la belleza y la armonía general de la persona.

Entre los principios que rigen la búsqueda de la belleza hoy en día se encuentra el de medicina regenerativa, concepto que, a grandes rasgos, consiste en disponer de los mecanismos de autoregeneración del organismo y bajo nuestro criterio utilizarlos para conseguir la recuperación de los daños que el tiempo ha provocado.

Para este rejuvenecimiento la Medicina Estética cuenta con los siguientes tratamientos:

PRP (plasma rico en plaquetas), aunque en realidad lo que se busca es PRFC (plasma rico en factores de crecimiento). Los factores de crecimiento son marcadores biológicos que se encargan de activar las células para promover su regeneración, su reestructuración en su propio tejido o simplemente la creación de tejido nuevo. Como resultado se obtiene la generación de nuevos tejidos, la creación de vasos sanguíneos nuevos y el recambio de células viejas por células nuevas. Esto consigue una serie de beneficios para la piel, como su mayor firmeza, luminosidad y juventud.

En muchas ocasiones se hace imprescindible el empleo de ácido hialurónico con el fin de rellenar volúmenes perdidos o perfilar líneas desdibujadas.

Otro elemento esencial en esta tarea de proporcionar armonía y belleza es la toxina botulínica, o lo que familiarmente se conoce como bótox; una proteína que permite denervar los músculos responsables de las arrugas originadas por la tensión de la piel subyacente a ella. La toxina botulínica se usa también en el tratamiento de la hiperhidrosis, o sudoración excesiva de las axilas, palmas de las manos y plantas de los pies.

En ocasiones está indicado hacer un peeling químico que permite el “pelado de la piel”, con lo que se elimina la piel envejecida y se obtiene una piel renovada sin signos de envejecimiento. El grado de rejuvenecimiento que determinan los peelings dependerá del tipo de peeling empleado y de la profundidad a la que se actúe. Así se habla de peeling superficiales, medios y profundos.

En otros casos, el problema que determina el inestetismo es el exceso de piel en los párpados.

Para el tratamiento de este problema se recurre a la blefaroplastia sin cirugía que consigue la elevación del párpado utilizando la tecnología del plasma, que es el llamado cuarto estado de la materia. Se consiguen muy buenos resultados con sólo una sesión.

También se utiliza para el rejuvenecimiento, en casos de descolgamiento de la piel, los ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU). Con ellos se consigue elevar la temperatura de la piel a la profundidad que nosotros decidamos. Esa elevación de temperatura hasta los 65 – 70 grados provoca un aumento del colágeno y una retracción muy visible de la piel en una sola sesión. También se usa el HIFU para reducir los acúmulos de grasa localizados.

Otra forma de luchar contra la grasa localizada es el tratamiento con ondas de choque.

Fuente: salud.ideal.es

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