Conjuntivitis
Es una de las infecciones más comunes y se contagia con mucha facilidad. Se le conoce comúnmente como el “pink eye”, o el “ojo rojo”, y produce picazón, ardor, irritación, inflamación y enrojecimiento de la conjuntiva. No afecta la vista pero es muy molesta. Se previene con el lavado de manos cuidadoso y frecuente usando jabón y agua tibia.
Infección de garganta
Esta infección, causada por una bacteria llamada estreptococo, provoca inflamación y dolor en la garganta. Es muy contagiosa y se transmite a través del contacto con personas infectadas. Para prevenirla, debe evitar compartir utensilios, alimentos, bebidas, servilletas o toallas (en la cafetería de la escuela o el gimnasio del colegio) con un niño que ya está enfermo. Enséñale a tu hijo a taparse la boca cuando tosa, a usar un pañuelo desechable cuando estornude y a no limpiarse con las manos o con la ropa. Si tu hijo contrae la infección debe quedarse en casa para recibir el tratamiento adecuado y regresar solamente cuando el médico lo autorice para no contagiar a sus compañeros.
Neumonía atípica
Es de las más comunes en los niños y los adolescentes y la producen las bacterias mycoplasma pneumoniae y chamydophila pneumoniae. Se propaga por contacto directo con la persona infectada o a través de tos/estornudos que contengan la bacteria. Puede evitarse lavándose las manos frecuentemente. Las neumonías también pueden ser causadas por virus (que no responden a antibióticos), por hongos y por otras bacterias.
Piojos
Estos parásitos pueden infectar la cabeza, las cejas y las pestañas. Cualquiera puede infectarse con piojos, y eso no indica necesariamente que la persona tenga mala higiene. Los niños deben evitar compartir peines, cepillos, sombreros y cascos para evitar el contagio. Si notas que tu hijo o hija se rasca continuamente la cabeza, revisa cuidadosamente su cabello y cuero cabelludo para localizar las liendres. Evita utilizar remedios caseros que pueden quemar o irritar excesivamente el cuero cabelludo. Si tienes dudas, consulta con el pediatra.
Molluscum contagiousum
Es un tipo de salpullido que afecta la piel, muy común entre niños de uno a doce años. Se transmite por el contacto directo de piel a piel o al tocar objetos infectados con el virus. La manera de evitarlo es lavando cuidadosamente las manos con agua y jabón y evitando que el niño comparta artículos personales, especialmente la ropa o las toallas.
Fuente: Momtomom.mx