VIH y Menopausia: ¿Tienen relación?

Medicina Estética

En la actualidad, de las aproximadamente 37.000.000 de personas que viven en el mundo con infección por el VIH, un 50% aproximadamente son mujeres. A medida que la esperanza de vida de estas personas mejora como resultado de la terapia antirretroviral, un número cada vez mayor de mujeres que viven con el VIH están alcanzando la edad de la menopausia.

Un estudio realizado en la cohorte española VACH mostró que en el periodo 2009-2014 el 11,2% de los nuevos diagnósticos de VIH en mujeres tenía > 50 años frente al 7,5% en el periodo 2003-2008. A pesar de esto, sigue habiendo muy pocos datos respecto a la salud reproductiva y post-reproductiva de la mujer con VIH. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la menopausia es el “cese permanente de la menstruación (como consecuencia de la pérdida de actividad folicular ovárica), determinado de manera retrospectiva, después de 12 meses consecutivos de amenorrea sin causas patológicas”.

Este agotamiento folicular del ovario condiciona niveles bajos de estrógeno y altas concentraciones de FSH en sangre. La edad media de la menopausia en Europa y EEUU oscila entre los 50-52 años aunque existen importantes variaciones geográficas. La transición a la menopausia se acompaña de una serie de cambios físicos y psicológicos. Un 85% de las mujeres experimenta síntomas tales como sofocos, trastornos del sueño, cambios de humor,y otros, que impactan negativamente en su calidad de vida, en el desempeño de su trabajo y en sus relaciones personales.

La pérdida de los efectos protectores de los estrógenos puede suponer a largo plazo un incremento del riesgo de enfermedades como la dislipemia, la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares. Algunos estudios señalan que las mujeres postmenopáusicas tendrían un riesgo mayor de adquisición del VIH que las premenopáusicas. Por un lado, la disminución de los niveles de estrógenos circulantes tras la menopausia condiciona un epitelio vaginal más delgado y una disminución de la producción de moco, haciendo a estos tejidos más susceptibles a microabrasiones que podrían facilitar la infección por el VIH. Por otro, en mujeres postmenopáusicas está elevada la expresión CCR5 en las células CD4+T del cérvix y esto podría aumentar la susceptibilidad a la infección por VIH.

¿Influye la infección por el VIH en el momento de inicio de la menopausia?

La menopausia precoz se asocia a un incremento del riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y osteoporosis. Identificar la edad media de inicio de la menopausia es por tanto importante para un correcto manejo de la mujer con VIH. Hay que señalar que el VIH se asocia con frecuencia a amenorrea prolongada de causas distintas a la menopausia.

Un estudio realizado en la cohorte de mujeres americanas WISH, en el que se compararan 1.043 mujeres VIH positivas frente a 202 VIH negativas y en el que se define insuficiencia ovárica como la presencia de amenorrea prolongada (no sangrado vaginal durante > 1 año) asociado a unos valores de FSH> 25 mUI/mL demuestra que, tras ajustar por la edad, las mujeres con infección VIH tuvieron 3 veces más probabilidades de presentar amenorrea prolongada sin insuficiencia ovárica que las mujeres sin VIH. Los factores asociados a la presencia de amenorrea prolongada fueron el abuso de opiáceos, la desnutrición, el bajo nivel económico, el haber presentado un evento clase C de sida y la raza.

Algunos de los factores asociados al inicio precoz de la menopausia son muy frecuentes en la mujer VIH. Entre éstos el principal es el tabaquismo. La menopausia puede ocurrir hasta 1-2 años antes en mujeres fumadoras comparadas con las no fumadoras. Otro factor que se ha asociado a menopausia precoz es el bajo nivel socioeconómico relacionado con el bajo nivel de educación, paro y pobreza. Factores que se han asociado de manera menos consistente con una menopausia precoz son: el índice de masa corporal, una baja actividad física, el ser nulípara, el abuso de cocaína y la hepatopatía VHC entre otros.

¿El VIH es un factor potenciador de los síntomas de la menopausia?

El periodo perimenopáusico, que comienza aproximadamente unos 4 años antes del final del periodo menstrual, se caracteriza por una serie de fluctuaciones hormonales que condicionan unas serie de irregularidades menstruales. Los síntomas que se asocian con estos cambios fisiológicos incluyen: síntomas vasomotores (sofocos), genitourinarios (sequedad vaginal y dispareunia), ansiedad, depresión, trastornos del sueño y dolores articulares. Estos síntomas pueden tener como hemos dicho anteriormente un impacto negativo en la calidad de vida de las mujeres.

Hay estudios que sugieren que esta sintomatología es mucho más frecuente e intensa en la mujer con VIH. Sin embargo, es difícil muchas veces diferenciar los síntomas asociados a la menopausia de otros similares que ocurren en el contexto de determinadas comorbilidades, los efectos tóxicos del tratamiento antirretoviral (TAR) y del propio VIH.

Respecto a sí la inmunodepresión se asocia o no a la sintomatología en la menopausia, los datos son contradictorios. Hay estudios que no encuentran asociación mientras que otros encuentran que las mujeres con una inmunodepresión más avanzada tienen menos síntomas que las que tienen una inmunidad más conservada. Por último, hay que destacar que durante la perimenopausia las mujeres experimentan con gran frecuencia síntomas depresivos y ansiedad. La depresión se ha asociado a una menor adherencia al TAR24. Por tanto, es importante identificar y tratar estos síntomas depresivos en la mujer perimenopáusica ya que esto podría mejorar la adherencia al tratamiento.

Fuente: revistamultidisciplinardelsida.com

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