¿Qué es una úlcera venosa?
Es una lesión superficial que se extiende circunferencialmente y profundiza. Las lesiones de este tipo que se presentan en las piernas no son todas venosas o varicosas. Si bien éstas son las más frecuentes, se reconocen otras causas por ejemplo arteriales, neurológicas o traumáticas. Cada una tiene su tratamiento específico, de aquí la importancia de la consulta precoz para establecer el correcto tratamiento y controlar su evolución. Las úlceras implican un impacto en la calidad de vida, motivo por el cual pueden ser causa de autoexclusión social y estar asociadas a cuadros de depresión y de mala alimentación. Esta patología tiene tendencia a la recidiva, por lo que se necesitarán controles regulares y tratamientos de sostén.
Definición de úlceras venosas o varicosas
Por úlcera en general se entiende la solución de continuidad (disolución de la continuidad de un tejido) con pérdida de sustancia debida a un proceso necrótico (necrosis: mortificación, muerte o pérdida de la vitalidad de un tejido del organismo, por Ej., por falta de irrigación sanguínea), de escasa o nula tendencia a la cicatrización. Por úlcera venosa o varicosa, se entiende a la úlcera causada por un anormal o mal funcionamiento o daño del sistema venoso, que puede ser debido a múltiples factores. Las úlceras varicosas son llagas, heridas o lesiones que aparecen en la piel de las piernas o miembros inferiores. En la piel sana, que presentaba una superficie uniforme y continua, aparece una llaga, una herida llamada úlcera que reconoce diferentes estadios de desarrollo y variabilidad en cuanto a su extensión y profundidad, pudiendo presentarse como un cráter playo y superficial en la piel, o penetrar profundamente hasta alcanzar tejidos debajo de la piel como músculo y hueso.
Tratamiento de las úlceras venosas
El tratamiento será en función del tipo de úlcera que se diagnostique. Las lesiones o úlceras que se presentan en las piernas no son todas venosas o varicosas. Si bien éstas son las más frecuentes, se reconocen otras causas por ejemplo arteriales, neurológicas, traumáticas. Cada una tiene su tratamiento específico, de aquí la importancia de la consulta precoz para establecer el correcto tratamiento y controlar su evolución.
De acuerdo a cada caso en particular, se realizarán estudios del sistema venoso y arterial, como por ejemplo un Ecodoppler Venoso de los miembros inferiores para evaluar el funcionamiento venoso y arterial, como así también para descartar otras patologías como por ejemplo una Trombosis venosa profunda (TVP) como causante de la congestión venosa. Se recomendará de esta manera, el tipo de tratamiento adecuado a cada caso en particular.
El principal objetivo del tratamiento de las úlceras venosas es reducir el edema o hinchazón y la presión en las venas. Además se evitará la infección y se podrá indicar el uso de dispositivos de compresión, como ser vendajes, medias especiales y hasta botas de bombeo o presoterapia. La Presoterapia es una técnica médica indicada para lograr un drenaje linfático que nace en los años 60 para tratar los problemas vasculares que se derivaron de las vasectomías. Dos décadas más tarde, investigaciones médicas concluyeron que era muy efectiva para otras dolencias.
Al bajar el edema y la presión, la úlcera puede empezar a cicatrizar y curarse. A su vez, mantener bajo el edema y la presión en la venas es la forma de prevenir las úlceras. Se le indicarán determinadas actividades al paciente que tendrán como objetivo conseguir las metas antes nombradas. Si aparecen signos de infección el médico podrá indicar la toma de antibióticos vía oral y/o endovenosa, antibióticos tópicos, y otras medidas que tendrán en cuenta el tipo de germen, la complejidad de la infección, antecedentes del paciente, alergias. Hay casos donde se hace necesario drenar la zona.
En el caso de las úlceras recalcitrantes (se llama así a aquellas úlceras que no mejoran ni sanan con los tratamientos habituales), el tratamiento que se ha estudiado y ha mostrado ser de gran ayuda es el tratamiento ambulatorio con presión negativa intermitente. Este tratamiento complementario logra la disminución del dolor, la remisión y cierre de las úlceras. Se acompaña de otras medidas como terapia compresiva y deambulación. La utilización de antibióticos o analgésicos dependerá de lo necesario a cada caso en particular y es vital el tratamiento de la enfermedad venosa subyacente. La presión negativa es generada por una bomba de vacío. El tratamiento puede aplicarse inicialmente con mayor frecuencia (1 a 3 veces por semana) para luego reducir la frecuencia a 1 vez cada 15 días hasta la resolución total del cuadro.
Fuente: medicinayestetica.org