Recientemente en Brasil, se ha lanzado una nueva técnica para detener las arrugas de expresión no deseadas. El GRID 21 es un tratamiento para la región de la frente y los ojos creado por Merz, una empresa alemana que produce Xeomin, una toxina botulínica A purificada.
El gran atractivo de esta novedad es la personalización de la forma de acercarse a los músculos de la cara, gracias a que la acción es extremadamente precisa, esto permite el uso de dosis en puntos estratégicos que se determinan después de un análisis de cada grupo muscular de la cara.
En la técnica GRID 21, el paciente elige cuánto quiere levantar la ceja, respetando sus características individuales. El médico dibuja en la frente del paciente 21 puntos que se hacen a través de referencias anatómicas, en cada punto dibujado el médico siente la fuerza del músculo y determina la dosis que se utilizará.
Es el final de esa expresión congelada y artificial.
El objetivo de la técnica es modelar las cejas, suavizar las asimetrías y suavizar las líneas horizontales de la frente”, explicó Carla Pecora, dermatóloga de la Clínica Dermatológica en São Paulo, quien participó en el desarrollo del protocolo. “Hoy lo que se valora es lo natural, no lo perfecto”, agregó.
Aunque las dosis más altas justifican un resultado más impactante y prolongado, Xeomin también responde en menor medida: “El hecho de que contenga solo la toxina en sí, sin proteínas agregadas, hace que el procedimiento sea más eficiente y seguro, ya que estas sustancias mixtas pueden estimular la producción de anticuerpos en el cuerpo, creando una posible resistencia al tratamiento” concluyó.
Fuentes: celsomonteiro.com.br / vogue.globo.com
