Tras el verano, la piel sufre el «Síndrome de la Piel Post Vacacional» al haber padecido los estragos de las vacaciones. En la mayoría de los casos hay una importante deshidratación que suele ir acompañada de la a aparición de manchas y arrugas finas.
Es el momento de recurrir a los tratamientos médicos (como las tecnologías basadas en la radiofrecuencia fraccionada) y los peelings para eliminar las manchas o frenar el envejecimiento y devolver a la piel la luminosidad que ha perdido en esta temporada veraniega.
Excesos en la piel que provoca el verano
- Envejecimiento solar de la piel: se traduce en arrugas por la pérdida de la elasticidad y daño al tejido debido a los radicales libres.
- Daño invisible: que sucede a nivel extracelular e intracelular (estrés oxidativo, inflamación, toxicidad mitocondrial y celular causada por las radiaciones UVA, infrarroja y luz visible).
- Sobrepigmentación creando un cutis no uniforme.
El organismo en general necesita retomar las rutinas de belleza y los hábitos saludables para recuperar la elasticidad y luminosidad perdida, ayudar en la estimulación de la producción de colágeno y elastina, y potenciar los resultados de los tratamientos posteriores.
Protocolo de actuación
Cabe recordar que este procedimiento debe ser aplicado por profesionales.
- Limpieza en profundidad y análisis de la piel.
- Exfoliación a base de peelings específicos con efecto lifting según las necesidades de la piel (suave, medio y fuerte). Estos peelings contienen activos microencapsulados.
- Cura pre y probiótica a base de una hidratación profunda con una máscara específica.
- Masaje rejuvenecedor que ayuda a dar elasticidad a la piel y redefinir el óvalo facial.
Los resultados son inmediatos y tras éste la piel luce más luminosa, hidratada y rejuvenecida. Se ilumina el rostro y gracias al masaje específico se favorece el efecto de elevación del óvalo facial. Es un tratamiento ideal para todo tipo de pieles.
Fuente: beautymed.es