Diabetes Mellitus: Causas, síntomas, últimos hallazgos

Medicina Estética

Más conocida como diabetes tipo 2, es una enfermedad crónica que hasta no hace mucho solía producirse generalmente en adultos mayores de 50-55 años, por lo que se la conocía como diabetes del adulto. Sin embargo, en la actualidad es cada vez más frecuente el diagnóstico de esta patología en niños y adolescentes, a causa del alarmante aumento de la obesidad infantil que se ha registrado en los países occidentales durante los últimos tiempos (en España hay un 18,2% de niños obesos).

Su característica más importante es la presencia en la sangre de niveles elevados de glucosa y constituye uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, hasta el punto de que si no se trata adecuadamente pueden desarrollarse complicaciones muy graves: ictus, infartos de miocardio, neuropatías, afecciones de la retina que pueden llevar a la ceguera, amputación de un pie, y otros.

Causas

En condiciones normales, la glucosa procedente de la metabolización de los alimentos se concentra en el torrente sanguíneo para llegar hasta las células de los diferentes tejidos –entre ellos los músculos– y transformarse en energía. Esta actividad se lleva a cabo gracias a la acción de la insulina que se produce en el páncreas. Sin embargo, puede llegar el momento en que las células no reaccionen convenientemente ante la presencia de esta hormona. Es lo que se denomina resistencia a la insulina y constituye el paso previo al desarrollo de la diabetes tipo 2.

La consecuencia es que las células absorben menos glucosa y ésta se acumula en la sangre, sin que la insulina producida por el organismo, a pesar de que el páncreas la produzca en mayor cantidad, sea suficiente para lograr que éste pueda absorber los azúcares y se mantengan en el torrente sanguíneo. De este modo se produce un círculo vicioso que es el origen de la diabetes mellitus.

¿Qué es lo que produce este mecanismo de resistencia a la insulina que degenera en la diabetes tipo 2? La causa hay que buscarla en las características de los pacientes que tienen esta enfermedad y en los que existen factores comunes determinantes:

– Obesidad o sobrepeso (éste último definido por un aumento del perímetro abdominal).
– Hiperlipidemia, debido al aumento de los niveles de colesterol en sangre.
– Hipertensión arterial.
– Alimentación inadecuada (dietas hipercalóricas y ricas en grasas saturadas y poliinsaturadas).
– Sedentarismo (se ingieren más calorías de las que se consumen).
– El denominado síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de tres o más factores de riesgo cardiovascular.

No obstante, también puede haber un condicionante genético, ya que los hijos de personas que tienen este tipo de diabetes tienen una mayor predisposición para desarrollarla. En su fase inicial, la diabetes tipo 2 generalmente no produce síntomas y suele ser diagnosticada tras la realización de una analítica clínica rutinaria. Sin embargo, llega un momento en que el organismo empieza a expresar el hecho de que la glucosa no llegue en cantidades suficientes a las células de los diferentes tejidos y empiece a acumularse en la sangre:

– Sensación de fatiga.
– Visión borrosa.
– Sed habitual y necesidad de beber.
– Hambre a horas inusuales del día.
– En ocasiones pérdida de peso.
– Incremento de la necesidad de orinar.
– Aumento del número de procesos infecciosos y mayor lentitud en la curación de los mismos.
– Problemas de erección los varones.
– Irregularidades menstruales en la mujer no menopáusica.
– Dolor o entumecimiento de pies o manos.

Es frecuente que en algunos casos la levedad de estos síntomas se achaquen al envejecimiento o problemas propios de la edad y que, como consecuencia, la existencia de la diabetes mellitus pase desapercibida y continúe su evolución progresiva. Es muy importante, por tanto, que los adultos mayores de 50 años, especialmente si tienen antecedentes familiares, se sometan a una analítica anual en la que se incluya la medición de la glucosa en sangre. Ello permitirá la instauración del tratamiento más adecuado en cada caso, con el objetivo de controlar la presencia de azúcares en la sangre.

Últimos hallazgos

La metformina es eficaz en pacientes con antecedente de diabetes mellitus gestacional

El uso de metformina a largo plazo muestra un efecto muy potente para la prevención de la diabetes de tipo 2 en mujeres que tuvieron diabetes gestacional, según datos presentados en el Congreso Anual de la American Diabetes Association (ADA) 2017.

Estos últimos hallazgos provienen del Programa de Prevención de Diabetes (DPP) y su fase de extensión. Después de 15 años desde el inicio del Programa de Prevención de Diabetes, las mujeres con antecedente de diabetes gestacional que tomaron metformina aún presentaban una reducción de 41% en el riesgo de diabetes de tipo 2, en comparación con una disminución de 11% en las mujeres sin antecedente de diabetes gestacional, que tuvieron hijos.

Esto contrasta con un efecto global de la metformina, de reducir 18% del riesgo de diabetes de tipo 2 en la cohorte del estudio, en su conjunto. “Los resultados generales refuerzan la eficacia duradera de la metformina para reducir la aparición de diabetes, y apoyan su empleo más generalizado como una medida preventiva en personas con alto riesgo”, expresó el Dr. David M. Nathan, director del Centro de Diabetes en el Massachusetts General Hospital, Estados Unidos, y presidente del estudio del Programa de Prevención de Diabetes, quien presentó estos últimos resultados en el congreso.

Por su parte, la Dra. Shubhada Jagasia, profesora de medicina, y vicepresidenta de asuntos clínicos en el departamento de medicina, Centro Médico de la Universidad Vanderbilt, Estados Unidos, señaló que estos nuevos datos deberían ayudar a los médicos a dirigir el tratamiento con metformina a quienes más se beneficien con ello.

Programa de Prevención de Diabetes: Una investigación continuada

El programa comenzó en 1996, y en este se efectuó seguimiento a individuos que tenían alto riesgo de diabetes con base en índice de masa corporal (IMC), y alteración de la tolerancia a la glucosa. Los participantes fueron distribuidos de manera aleatoria a uno de tres grupos: Intervenciones intensivas en el estilo de vida con dieta y ejercicio, metformina a dosis de 850 mg dos veces al día, o placebo. El Programa de Prevención de Diabetes se implementó hasta 2002, y se comparó la incidencia de diabetes (definida como una glucosa plasmática en ayunas de 126 mg/dl, o más, o una prueba de tolerancia a la glucosa oral a dos horas de 200 mg/dl, o más) en cada uno de los grupos.

Como se reportó anteriormente, los pacientes del grupo con placebo presentaron diabetes a una tasa de 11% por año, en tanto que en la intervención en el estilo de vida se relacionó con una disminución de 58% en el riesgo de diabetes, y la metformina se vinculó a una reducción de 31% en el riesgo de desarrollar la enfermedad. En este análisis original, la metformina redujo 51% el riesgo de diabetes futura en mujeres con antecedente de diabetes gestacional. Dos subgrupos más de pacientes al parecer también obtuvieron mayor beneficio de la metformina: Las personas menores de 60 años de edad, y aquellas con un índice de masa corporal de ≥ 35 kgm2.

En la conclusión del Programa de Prevención de Diabetes se suspendió el placebo, y a todas las pacientes se les ofreció una intervención de estilo de vida ligeramente diferente. Además, se siguió proporcionando metformina a las personas del grupo con metformina original. Esta fase de extensión, denominada Estudio de Resultados del Programa de Prevención de Diabetes (DPPOS), se inició en el año 2003, y aún continúa, con la participación de 88% de las voluntarias originales.

En el transcurso del tiempo, la reducción de 31% en el riesgo de diabetes inicialmente observada con la metformina disminuyó a 18% a los 10 años, y se ha mantenido estable, de manera que “una reducción de 18% es el resultado general, en comparación con las personas del grupo con placebo original”, puntualizó el Dr. Nathan.

A los 15 años también se desvanecieron las diferencias entre los subgrupos en los beneficios de la metformina, de manera que los efectos del fármaco, en su mayor parte, ya no fueron significativamente diferentes en estos subgrupos, con excepción de las mujeres con antecedente de diabetes gestacional.

Fuentes: sanitas.es / espanol.medscape.com

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