Así afecta al rostro la práctica de ejercicio

Así afecta al rostro la práctica de ejercicio

Actualidad Médica

Los beneficios del ejercicio y el entrenamiento son indudables, no sólo nos permite recuperar y mantener un cuerpo sano, sino que incide de manera directa y positiva en la forma y ritmo en la que envejecemos a nivel global, pero ¿cómo afecta al rostro? Siendo la única zona que no se ejercita con el entrenamiento, y dónde más se refleja nuestro estado general, merece la pena prestarle especial atención y conocer cómo puede afectarle.

¿Envejece el rostro con el entrenamiento físico?

Así afecta al rostro la práctica de ejercicioNuestro cuerpo y organismo es un todo indisoluble, por lo que el entrenamiento físico personalizado, controlado y realizado correctamente nos aportará beneficios globales a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, aún no implicándose en este, el rostro también experimenta una pérdida de grasa fruto de la quema de calorías, algo que, de ser muy acusado, puede envejecer nuestra apariencia, ya que esta realidad es una de las que llega con la edad, y la responsable de que veamos cómo las personas mayores, tienen rostros menos llenos y los contornos óseos faciales más marcados.

Además, al sudar mucho perdemos no solo agua que favorece la deshidratación de los tejidos, sino sales minerales que, por un lado, pueden irritar la epidermis, y debilitar su manto ácido externo y desmineralizar los tejidos haciéndolos más vulnerables a los agresores endógenos y exógenos como el envejecimiento cronológico, los radicales libres y las radiaciones UV. Además, el ejercicio provoca radicales libres en nuestro cuerpo, y cuando la intensidad de mismo es muy alta, como la que realizan los atletas, nuestro organismo no puede hacer frente a tal cascada de daño oxidativo, pudiendo repercutir en el envejecimiento prematuro de su rostro de manera visible como vemos en algunos atletas.

¿Cómo prevenir el envejecimiento prematuro del rostro fruto del ejercicio?

Los beneficios del ejercicio superan sus posibles efectos adversos, como puede ser un envejecimiento prematuro del rostro. Sin embargo, esta posibilidad se manifiesta cuando el entrenamiento es de una exigencia extremadamente alta, por lo que alguien que entrene siguiendo un método y pautas correctas, en los tiempos y días adecuados, no tiene por qué temer. De hecho, cuando el entrenamiento mantiene un equilibrio correcto general, el rostro también se beneficia de las bondades que la actividad física regala a nuestro organismo, mostrando una piel más oxigenada y una musculatura tonificada y, por tanto, más nutrida y joven.

¿Qué otras pautas de cuidado pueden ayudar al rostro de las personas que entrenan?

Por suerte hoy día, términos como la hidratación, la limpieza o la exfoliación no son desconocidos para la gran mayoría. Sin embargo, cuando se liga cuidado de la piel del rostro y ejercicio, rara vez la relacionamos más que con protección solar si el entrenamiento es en el exterior. Siendo esto absolutamente cierto e indispensable, la limpieza e hidratación antes y tras el ejercicio son claves. Antes del entrenamiento se debe limpiar e hidratar la piel de rostro, cuello y escote para asegurarnos que no lo hacemos con bacterias y células muertas en exceso, y tampoco con la epidermis seca, ya que esto solo favorecería una posible proliferación de los microorganismos apoyados por el sudor, y a la vez, una mayor sequedad del estrato córneo. Así mismo, tras el ejercicio ambos pasos ayudan a eliminar restos de sudor, suciedad que pueda quedar atrapada en los poros y repondrá el capital hídrico de los tejidos que han experimentado cierto grado de deshidratación durante el entrenamiento.

Fuente: marie-claire.es
Fotografía: freepik.es

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