Importancia de limpiar las brochas de maquillaje

Medicina Estética

La piel se depura constantemente expulsando al exterior células muertas, aceites y bacterias, que al aplicarnos el maquillaje se impregnarán a la brocha. Estos residuos pasarán a su vez al producto cosmético, que quedará inmediatamente contaminado y perderá sus propiedades originales.

Además, utilizar brochas sucias reduce notablemente su vida útil. Por ello, las herramientas de maquillaje deben estar siempre en las condiciones óptimas, deben utilizarse de forma correcta y mantenerse adecuadamente.

Algunas de las bacterias que podemos encontrar en nuestras brochas son Staphylococcus Aureus, Escherichia Coli y Pseudomonas Aeruginosa. Estas bacterias pueden producir en el mejor de los casos irritaciones en la piel, pero también graves infecciones, fuertes brotes de acné y herpes.

Tom Perellereau, ganador del programa británico “El Aprendiz” del año 2011, realizó un experimento para comprobar la higiene de las brochas tanto de aficionados al maquillaje como de profesionales. Utilizó una muestra de 35 brochas, de las cuales el 58% eran poco higiénicas y el 34% tenía un nivel excesivo de bacterias. Pero ahí no termina todo, se descubrió que dos de las brochas analizadas tenían más microbios que los que podemos encontrar en la escobilla de limpiar el inodoro.

¿Cómo limpiar las brochas y pinceles?

El proceso de limpieza será diferente para brochas que se emplean en productos en polvo, como coloretes o sombras de ojos, y las que se utilizan para aplicar productos grasos, como bases de maquillaje o iluminadores.

Los pinceles para productos en polvo suelen ser de pelo natural. Al tratarse de maquillajes no aceitosos, su limpieza es mucho más sencilla. Sin embargo, debemos ser cuidadosos, ya que estas brochas son mucho más delicadas que las de pelo sintético. Para limpiarlas se recomienda utilizar jabón de coco, que es 100% natural y al no tener detergente, no crea espuma y el aclarado es mucho más fácil. Sin embargo, podemos utilizar cualquier jabón con PH neutro.

En el caso de los productos grasos, los pinceles suelen ser de cerdas sintéticas, ya que si fueran de pelo natural absorberían el producto. En este caso, las brochas tienen una mayor posibilidad de acumular bacterias. Para eliminar la suciedad se utiliza aceite de oliva, que después se aclara con un jabón lavavajillas.

No obstante, sean del tipo que sean, los pinceles se limpiarán siempre en la dirección del pelo. El agua debe estar tibia, debido a que si empleamos agua demasiado caliente puede disolver el pegamento que adhiere las cerdas al mango. Se evitará todo lo posible mojarlo, ya que si es de madera puede pudrirse. Una vez limpias, es necesario que las brochas se sequen completamente antes de volver a usarse. Es importante no utilizar secador para evitar el abuso de calor. En primer lugar, se eliminará el exceso de agua con un elemento absorbente, como una toalla o papel de cocina y luego se colocarán en un lugar con buena ventilación en posición horizontal. Existen unas fundas de fibra flexible en las que se guardan las brochas mientras están húmedas para no perder la forma, las denominadas “brush guards”.

Todo lo que hemos comentado hasta ahora se centra en eliminar la suciedad, pero estos productos no desinfectan las brochas. Para conseguir una limpieza completa se utilizará alcohol, un producto que siempre debe emplearse pulverizado para no dañar el material.

¿Cuándo limpiar las brochas?

El material de maquillaje debe estar siempre en las perfectas condiciones de higiene. Para ello, se debe limpiar con frecuencia, especialmente si es de uso diario. Si utilizamos cada día las brochas y pinceles para maquillar a diferentes personas es imprescindible eliminar las bacterias y otras sustancias después de cada uso.

No obstante, es posible que tengamos que impartir varios cursos o maquillar a diferentes personas de forma muy seguida y no contemos con varios modelos del mismo pincel. En este caso, no podemos entretenernos en hacer una limpieza exhaustiva al no contar con tiempo suficiente para limpiarlos y secarlos. Lo que haremos es utilizar limpiadores instantáneos y plantillas de silicona con relieve para eliminar restos.

La modelo australiana Anthea Page sufrió una infección por ser maquillada con pinceles contaminados en un desfile. En su cuenta de Instagram, la modelo publicó una imagen en la que mostraba su ojo infectado. La fotografía iba acompañada de un texto dirigido a los maquilladores profesionales cuyo objetivo era concienciar acerca de la importancia de mantener la higiene en el maquillaje.

Fuente: workshopexperience.com

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