Medicina Estética = Salud

Medicina Estética

Que los médicos estéticos, que somos juez y parte en este asunto, afirmemos que la Medicina Estética es Salud puede generar algunas dudas, sobre todo si tenemos en cuenta que cientos de profesionales no sanitarios han prometido soluciones milagrosas durante años, supuestamente basadas en estudios médicos que no llevaban a ningún lado.

Por desgracia, mientras la belleza se convertía en mercancía de forma exponencial en el último cuarto del siglo XX, los pioneros de la medicina estética se dedicaban sólo y exclusivamente a investigar y a impulsar, con su trabajo, sus beneficios. Nada de marketing.

Tener un aspecto saludable

Sin embargo, seamos sinceros con nosotros mismos: tener un aspecto saludable no es un asunto baladí. Nuestro aspecto afecta, de forma sustancial, a nuestra autoestima porque de él depende -en una importante medida- nuestra propia autoimagen, lo que piensen los demás de nuestra profesionalidad y nuestro posicionamiento como miembros de esta sociedad. Pero también nuestro aspecto afecta a nivel físico. Un ejemplo: tener celulitis tiene que ver con muchos factores y cada caso es un mundo, pero se produce o se acentúa, entre otras cosas, por tener un mal riego sanguíneo y por la acumulación de toxinas. El trabajo de un médico estético consistirá en paliar el problema desde todos los frentes posibles, ya que debe atacar la causa que lo produce, la propia celulitis, y acompañar al paciente en su trabajo de aceptación, pues los milagros no existen.

Nuestro objetivo se ve mucho más claro en aquellos pacientes que han pasado un duro periodo en su lucha contra alguna enfermedad, como el cáncer, y ahora quieren iniciar otra etapa donde borrar sus secuelas. Y lo mismo ocurre con enfermos crónicos, para los que la medicina estética puede convertirse en una herramienta más para mejorar su día a día o en aquellos pacientes que comenzaron con 50 años a tratarse con el único objetivo de disfrutar de cada etapa de la vida tratando de optimizar y aprovechar todos los recursos y que, actualmente, ya sobrepasados los 80, siguen viniendo a consulta… Lo cierto es que cualquier persona puede requerir ayuda en algún momento, más allá de la enfermedad o la ancianidad.

Modo de vida

El modo de vida occidental no es la forma más sana de lidiar con nuestra naturaleza. El rápido ritmo de vida, el estrés, las miles de horas que pasamos sentados o de pie… Todo esto no es sano y, por supuesto, tiene consecuencias visibles. En estos casos, nuestra misión es contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y favorecer a que se sientan mejor con su propia imagen. Nunca ha sido nuestro objetivo detener el envejecimiento, sino frenar o, en algunos casos, incluso revertir sus efectos.

Esta idea ya ha calado hondo en Europa, donde la medicina estética se está convirtiendo en un instrumento habitual. También en nuestro país, donde aproximadamente el 33% de la población se ha sometido a un tratamiento médico estético en algún momento de su vida. Pero aquí sigue siendo aún un valor en alza, pese a que en ésta, como en otras áreas de la medicina, nuestro posicionamiento internacional es inmejorable.

¿No será que de alguna forma vivimos anclados en la cultura del sacrificio, donde nuestro propio bienestar no tiene lugar?

Fuente: seme.org

Medicina Estética, Salud
Entrada anterior
Obesidad: puerta abierta al cáncer
Entrada siguiente
El amor a primera vista según la ciencia