Tendencias en Medicina Estética para 2020

Tendencias en Medicina Estética para 2020

Actualidad Médica

Este 2020 seguiremos hablando de cirugía y medicina estética en las publicaciones de belleza, los periódicos y, sobre todo, en las redes. Instagram, Facebook y Twitter, las redes sociales más usadas, no dejan de ser un altavoz de las conversaciones que ciertos grupos tienen en la vida real.

Tratándose de cirugía estética, el coloquio parece que cada día se amplifica más, puesto que no sólo aumenta el flujo de información, sino que crece la demanda. Se solicitan más tratamientos, no sólo en el área de intervenciones realizadas en quirófano, la cirugía propiamente dicha, sino también de técnicas menos invasivas, llevadas a cabo en clínicas.

Lo cierto es que bien sea una aumento de mamas o un simple relleno de toxina botulínica, se comenta, sobre todo si quien se lo ha hecho es un personaje famoso. Es más, si se trata de una persona anónima, puede que tras ponerse en las manos de un profesional de la estética aumente su número de seguidores on-line.

Cada vez más popular

Esta es la primera tendencia que vivirá el sector en 2020. La cirugía estética aumentará su popularidad y no será sólo gracias a los omnipresentes selfies, sino a los buenos resultados obtenidos por los profesionales del sector. Las redes sociales pueden contribuir al ‘boca a boca’, pero no aumentarían la demanda si tras ellas no se encontrara un sector que se esfuerza en adaptarse a la realidad social.

En este sentido, y en 2020, la medicina estética verá crecer su demanda en algunas áreas como la belleza facial, en detrimento de las operaciones propiamente dichas. Resulta lógico que tanto profesionales como pacientes apuesten por tratamientos más rápidos y económicos, que implican menor riesgo quirúrgico, aunque sus resultados no sean tan duraderos como los que se obtienen en una cirugía tradicional. Valga como ejemplo la mesoterapia facial, los famosos cócteles de belleza para la cara, que según edad y tipo de piel, permiten redensificar, iluminar, hidratar y, en definitiva, rejuvenecer mediante una inyección de escasos, por no decir nulos, efectos secundarios.

La naturalidad continuará siendo el objetivo, al margen de las extravagancias de ésta diva o aquel actor. Cada vez se solicitan menos las tallas XXL de pecho o de labios, por no hablar de glúteos, donde el procedimiento como Brasilian Butt Lift viene dando problemas de seguridad y salud según el volumen de aumento que se solicite. Parece, pues, que el ‘trasero Kardashian’ ha pasado o tendrá que pasar de moda de forma más o menos obligatoria.

Las mujeres seguirán siendo las reinas en la demanda de cirugía estética. Aunque los hombres van incorporándose poco a poco, la proporción de hombres y mujeres que acuden a las clínicas para mejorar su aspecto sigue siendo de 70% frente al 30%.

Es posible que no se logre bajar del podio, si hablamos de las cirugías femeninas, a las operaciones relacionadas con la mama: aumento, elevación y reducción. Esta última, discreta en los medios, es muy demandada, debido a los problemas físicos y de autoestima que produce un pecho excesivamente grande.

La blefaroplastia masculina, intervención que corrige las bolsas de los ojos y otros problemas del contorno seguirá, con su también habitual discreción mediática, ocupando lugares importantes en los rankings, frente a otros procedimientos de mucha popularidad pero inferior demanda como el injerto capilar.

Por último, seguirán apareciendo conceptos como el madeselfwoman o madeselfman, referidos ahora a quienes van cambiando su propia cara y cuerpo con la cirugía estética. Continuarán o no las modas de compartir el ‘antes y después’ , como en el pasado se hacía con las pérdidas de peso. Se verá.

Lo que no faltará será el deseo de verse mejor, de superar complejos físicos y, siempre, desde el hombre está en el mundo, de frenar al paso del tiempo. En todos los casos citados, será un cirujano plástico, estético y reparador al que se deberá acudir.

Fuente: beautymed.es

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